Los gamos, Dama dama son unos elegantes cérvidos de tamaño medio con un marcado dimorfismo sexual. Su pelaje estival es realmente bonito, de un color pardo bermejo con motas blancas y con una línea blanca en cada costado. En invierno, ya pasado el celo, los gamos cubren sus cuerpos con el pelaje invernal, más críptico, sin motas y de un color pardo. En la región anal muestran un patrón de coloración inconfundible en forma de escudo, mientras que la parte baja de estos mamíferos: patas, vientre, etc. son de color blanco o pardo bastante claro todo el año. Las hembras carecen de cornamenta, pero los machos tienen unas enormes astas palmeadas que recambian en primavera.
La ronca
Llegado el mes de octubre, al principio del otoño, se produce el celo en esta especie tan típica en los bosques mediterráneos, lo más llamativo de esta época del año en estos esbeltos ungulados es la ronca. Esto es, el grave sonido a modo de bramido que emiten los machos durante el cortejo de las hembras, también son frecuentes las carreras, sobresaltos y encontronazos en este tiempo de amores montaraces. Al roncar, los gamos abren la boca a la vez que estiran el cuello quedando muy prominente la nuez o laringe, el órgano clave en este espectacular fenómeno natural. Cuanto más frecuente es el ronquido, mayor resulta el éxito reproductivo logrado por el macho, este éxito se mide por el número de hembras a las que fecunda, ya que se trata de una especie polígama. En mucha menor medida también destaca en los machos la exhibición de su peludo pene y los fuertes olores a orina con los que marcan su territorio no sólo para atraer a las hembras, sino también para ahuyentar a otros machos. En los gamos se observa que el comportamiento reproductivo es variable y pueden recurrir tanto a la estrategia de los harenes de hembras que el macho debe proteger frente a los competidores, como a la de lek, esto es, un área de interés para las manadas de hembras donde se concentran varios machos marcando territorio en cortas distancias, roncando y exhibiendo su poderío. Gracias a esta estrategia las hembras pueden elegir el macho que más les interesa para aparearse. El lek funciona un poco a modo de escaparate. En este mes las manadas de gamos incluyen machos, hembras y juveniles, sin duda se trata del mejor momento para observar la especie, aprovechando también que se muestran poco esquivos ante los humanos.
Por último, comentar que se trata de uno de esos curiosos animales que sin duda hubiese extinguido nuestra especie de no ser por su interés cinegético, la salvación de la especie al parecer se produjo en los lejanos tiempos del imperio romano, en fin una más de esas extrañas contradicciones que nos depara la vida a medida que la conocemos mejor.
Un saludo
viernes, 16 de octubre de 2015
La ronca del gamo
Etiquetas:
Biología,
Hist. natural,
Zoología
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Entradas más populares
-
Una calurosa tarde de principios de este mes de agosto, después de pasar un buen rato agachado observando plantas de Aetheorhiza bulbosa (...
-
Navegando por la web me he dado cuenta que hay varios estafadores lucrándose con la siguiente tontería, el " surya yoga ", &...
-
La cetosis es un fenómeno metabólico que observan habitualmente muchos profesionales sanitarios que trabajan en pediatría, medicina deportiv...
-
Hay un pregunta que nos hacemos frecuentemente los seres humanos ¿qué es la vida?. La mejor respuesta es que se trata de la actividad propi...
-
De nuevo volvemos a hablar de un ser vivo muy próximo a nosotros. Un equipo multidisciplinar en el que han participado investigadores naci...
-
Hace una semana, durante una estancia en un pueblo costero de Cantabria, salí algo antes de la medianoche a observar gusanos de luz o luci...
-
La doca, Carpobrotus chilensis es una planta de la familia Aizoaceae y oculta un misterio que la hace muy interesante. Aunque la mayoría...