viernes, 15 de diciembre de 2023

La curiosa radiactividad de los cocos de Brasil


  El coco de Brasil es el fruto de un enorme árbol amazónico, Bertholletia excelsa que desde hace años se comercializa en nuestros mercados. En contra de lo que pudiera pensarse por su nombre, el mayor exportador mundial es Bolivia, otro de los países de la vasta región amazónica de la que son endémicos estos gigantes que pueden llegar a mediar hasta 60 m de altura y vivir durante varios siglos. Son de hoja caduca y las flores se polinizan gracias a varios insectos. El fruto es un pixidio o coco que pesa entre uno y dos kilogramos. En su interior se encuentran las semillas protegidas por una dura cáscara que recuerda ligeramente a la de las almendras, seguramente por eso en Bolivia son comúnmente conocidas como almendras en un claro ejemplo de homonimia. En su entorno natural son el alimento de agutíes y varios primates que han aprendido a golpear el duro envoltorio con piedras.

  En Bolivia es especialmente abundante en el norte del departamento de LaPaz y en Pando, pero últimamente se están presentando graves problemas de deforestación que están erradicando a miles de ejemplares poniendo en riesgo los beneficios que acarrea esta especie a los pobladores que recolectan decenas de miles de toneladas de estas importantes almendras de modo muy tradicional durante la estación lluviosa.

  El éxito actual de esta especie se debe a las sorprendentes propiedades nutritivas de su fruto. Comer una de estas almendras es prácticamente como ingerir una cápsula de complementos nutritivos de parafarmacia. Veremos algunos de ellos ya que la lista es excesivamente larga para las entradas que suelo hacer en el blog.

  •        Quercetina, flavonoide habitual en muchos alimentos vegetales con efectos antiinflamatorios y antioxidantes
  •   Catequina, flavonoide con efectos antioxidantes
  •   Epicatequina, flavonoide con efectos antioxidantes
  •   Ácido gálico
  •   Ácido elágico, polifenol con efectos antiinflamatorios
  •   Ácido vanílico
  •   Vitamina B1
  •   Vitamina B2
  •   Vitamina B3
  •   Vitamina B6
  •   Vitamina C
  •   Vitamina E
  •   ácidos grasos insaturados
  •   Etc.

  Además de todos estos compuestos ya de por si recomendables, nos encontramos que aporta elementos químicos aún más interesantes al ser el alimento con el mayor contenido de selenio, además tiene alto contenido de otros elementos como magnesio, manganeso, bario, radio, cobre, etc.

Selenio

  El selenio es un oligoelemento esencial para la salud humana ya que forma parte de varias enzimas como la glutatión peroxidasa, tiorredoxina reductasa, yodotironinas desyodasas, etc. por tanto es fundamental para el metabolismo del iodo. Lo que convierte a esta almendra en un pequeño tesoro. Sin embargo, hay que comentar aquí que el exceso de selenio provoca selenosis ya que se interfiere en el metabolismo de la metionina y eso es un problema muy serio.

  Bario

  Otro elemento que puede resultar tóxico y aparece en alto nivel en esta peculiar almendra es el bario, un metal alcalinotérreo que presenta algunas cosas en común con el calcio que si es clave para la vida. Puede llegar a contener hasta 400 microgramos por gramo de semilla.

  Radiactividad

  Otra de las peculiaridades de esta semilla es que aporta otro récord al ser también el alimento natural con la mayor radioactividad. Presenta alta cantidad del isótopo potasio-40 con radiactividad de 5600 pCi/kg, lo cual no es nada extraordinario ya que este isótopo radiactivo es muy habitual en la dieta y de hecho en nuestro cuerpo tenemos bastante, pero lo extraordinario es la cantidad del isótopo radio-226 que puede ser de hasta 7000 pCi/kg. El alto contenido de radio se debe al extenso sistema radicular del árbol que capta este otro metal alcalinotérreo de un modo único.

Dieta

  Tras ver todo lo que contiene este peculiar fruto seco muchos dietistas recomiendan el consumo diario de una o dos almendras al día. Cantidades mayores pueden ser contraproducentes si se toman todos los días, pero esta pequeña cantidad es altamente beneficiosa para la salud.

  Un saludo

 

martes, 21 de noviembre de 2023

La crucial labor de las polinizadoras bailarinas

 


  Hoy, en pleno otoño, toca volverse poético y rememorar la primavera y el verano. En el extenso teatro de la naturaleza, donde plantas y flores despliegan su esplendor, existe una danza misteriosa que sostiene la vida tal y como la conocemos. En este escenario, unas polinizadoras emergen como hermosas bailarinas, desempeñando un papel esencial en la perpetuación de la biodiversidad y también en la producción de muchos alimentos que llegan a nuestras mesas.

  ¿Quiénes son estos intrépidos animalillos? Desde las delicadas mariposas a los iridiscentes colibríes, los polinizadores son los agentes forestales inadvertidos de nuestros ecosistemas.

  A medida que exploramos florecientes jardines y campos ondulantes, nos sumergimos en un mundo sorprendente, el de las bailarinas abejas. La conexión entre las plantas y las abejas que las polinizan va más allá de lo estético y de lo económico; hay un sistema de comunicación que sustenta buena parte de la vida en la Tierra. En esta comunicación, descubrimos cómo la polinización, aparentemente simple, para las abejas es en realidad un ballet intricado que influye en la salud de los ecosistemas, la producción de alimentos y, en última instancia, en la supervivencia misma de numerosas especies.

  La danza de las abejas

  Las abejas domésticas, Apis mellifera concretamente las obreras, realizan una danza única para comunicar a otros miembros de su colonia la ubicación de las flores a las que van a polinizar. Esta danza se conoce como la "danza de la abeja" y fue estudiada en detalle por el zoólogo austríaco Karl von Frisch, quien en el año 1946 publicó su descubrimiento en la revista zoológica austriaca*. Gracias a este gran científico se comprendió por vez primera lo que significaba este misterioso baile que ya fue observado por el padre de la Zoología, Aristóteles, pero cuyas indagaciones no pudieron desentrañar su misterioso significado.

  Danza: Proporciona información sobre la dirección, indicando el ángulo respecto al Sol y la distancia precisa de la fuente de alimento,  moviendo el abdomen de derecha a izquierda de manera que informa de la distancia a la fuente de alimento.

  Estas danzas permiten a las abejas compartir información crucial para la supervivencia de la colonia y son un fascinante ejemplo de comunicación en el reino animal. Gracias a estas sugerentes danzas transmiten la dirección y la distancia a las flores en las que encontrar el delicioso néctar que necesitan para producir la dulce y maravillosa miel.

  Un saludo

*Nota: Die Tänze der Bienen. In: Österreichische Zoologische Zeitschrift 1, 1–48 (1946)

viernes, 13 de octubre de 2023

Gases peligrosos en bodegas: SO2 y CO2

 


  El dióxido de azufre (SO2), es un gas incoloro, irritante y tóxico que se utiliza comúnmente en la industria vinícola y en la alimentaria donde se clasifica como aditivo E220. Aunque es útil para prevenir la oxidación y el crecimiento de microorganismos no deseados, su manejo incorrecto puede representar peligros significativos en las bodegas. Este gas puede ser tóxico si se inhala en grandes cantidades. Los trabajadores de estas industrias corren el riesgo de sufrir irritación respiratoria, asma o reacciones alérgicas si están expuestos de manera constante o en altas concentraciones. Puede reaccionar con otras sustancias químicas en el entorno de la bodega o la planta de alimentos, lo que podría dar lugar a la formación de compuestos peligrosos. Es especialmente dañino para el sistema respiratorio y las mucosas.

Cómo evitar accidentes en bodegas y plantas de procesamiento:

1.     Ventilación adecuada: La ventilación es crucial para reducir la concentración de SO2 en el aire. Las bodegas deben estar equipadas con sistemas de ventilación adecuados que renueven el aire de manera efectiva y eviten acumulaciones peligrosas.

2.     Equipo de protección personal (EPP): Los trabajadores que manejan dióxido de azufre deben usar EPP, que incluye máscaras respiratorias, guantes y gafas de protección para minimizar la exposición al SO2.

3.     Formación y concienciación: Los trabajadores deben recibir formación sobre los riesgos asociados con el dióxido de azufre y las prácticas de trabajo seguras. Además, es esencial que estén informados sobre los procedimientos de respuesta en caso de emergencia ya que a partir de 100 ppm es letal.

4.     Monitoreo y mantenimiento: Realizar un seguimiento constante de los niveles de SO2 en el aire y realizar un mantenimiento regular de los equipos para prevenir problemas de seguridad. La máxima concentración permitida es 2 ppm, pero los humanos podemos detectar su olor a partir de 0,5 ppm

5.     Gestión de residuos: La eliminación adecuada de los envases y residuos que contienen azufre es crucial. Estos materiales deben ser manipulados y desechados siguiendo las regulaciones locales y nacionales.

Los sulfitos

  El anhídrido sulfuroso se disuelve en agua, que es la forma habitual de utilización y forma sales o ésteres de ácido sulfuroso. Otra forma de aplicación habitual es aplicar las diferentes sales, esto es los sulfitos, por ejemplo, sulfito de sodio, disulfito de potasio, etc. La normativa europea exige que los vinos que contienen más de 10 mg/l deben indicar que contienen sulfitos, siendo el máximo legal 150 mg/l. De hecho, todos los vinos contienen sulfitos porque aunque no se apliquen a modo de antioxidantes se forman de modo natural durante la fermentación. Las levaduras oxidan el azufre que hay de modo natural en el mosto y generan sulfitos, aunque en bajas concentraciones. Hay unos pocos vinos que no indican que tienen sulfitos porque su concentración es inferior a 10 mg/l.   

  En conclusión, el dióxido de azufre es una sustancia química útil en la industria alimentaria y vinícola, pero su manejo seguro es fundamental para evitar accidentes y riesgos para la salud. Mediante una adecuada ventilación, formación de los trabajadores y la implementación de medidas de seguridad, se pueden minimizar los peligros asociados con su uso en las bodegas y plantas de procesamiento de alimentos.

  El tufo o CO2

  Otro peligro habitual en las bodegas es el tufo, especialmente en las pequeñas bodegas familiares en las que desgraciadamente se producen accidentes como el sucedido a principios de mes que causó la muerte de dos señores. ¿Qué es el tufo?. Pues bien es otro gas, esta vez el dióxido de carbono que es un gas incoloro presente en el aire que respiramos en concentración de 400 ppm. El problema es que en altas concentraciones a partir de 5000 ppm empiezan los dolores de cabeza, el aumento de las pulsaciones, etc. Durante la fermentación se liberan grandes cantidades de CO2, este anhídrido carbónico también es soluble en agua, pero una vez pasado el umbral se va liberando al aire de la bodega desde los depósitos de mosto en fermentación pudiendo llegar a superar concentraciones peligrosas. A esto hay que añadir que este gas es más pesado que el oxígeno y su concentración más alta en la parte baja de la bodega con lo cual si alguien baja a la bodega a echar un vistazo para ver cómo va la fermentación, se marea y se cae, ya no se levanta y acaba falleciendo. El caso es que durante la fermentación es deseable que escasee el oxígeno para prevenir la oxidación y el deterioro del vino con lo cual hay que tener controlados los niveles de CO2 para mantener el equilibrio entre beneficio y riesgo. En los países vitivinícolas como España, el tufo mata a varias personas todos los años. Las soluciones son similares a las comentadas para el anhídrido sulfuroso: ventilación, equipo de protección personal, monitoreo con medidores de gases, etc. En el trabajo se tiene que aplicar la prevención de riesgos laborales, PRL adecuada en cada caso. De ese modo se evitan muchos accidentes laborales que todos los años se llevan la vida de muchas personas.

  Un saludo

jueves, 21 de septiembre de 2023

Nuevas vecinas, las avispas asiáticas


 

  Me he dicho, tengo que escribir esta entrada antes de que termine el verano, y ya sólo quedan un par de días porque se acaba elpróximo sábado 23 a las 8:50 hora peninsular. Digo esto porque con tanta lluvia y con temperaturas de 10 – 11 ºC de madrugada cualquiera diría que el otoño empezó a primeros de septiembre. En todo caso el meollo de la entrada son unos nuevos vecinos que tenemos en España y con  los que me he encontrado varias veces este verano: las avispas asiáticas, Vespa velutina. Originarias de Asia, específicamente del sureste de China, estos himenópteros han encontrado rápidamente su nicho ecológico en Europa desde comienzos de este siglo y se han propagado rápidamente en varias regiones del continente.

  La avispa asiática llegó gracias al comercio de bienes de todo tipo procedentes de China en la década de 2000. Se cree que las primeras avispas asiáticas ingresaron al continente junto a mercancías importadas desde el sudeste asiático, donde la especie es nativa. El transporte marítimo y terrestre de mercancías facilitó la introducción de estas avispas a puertos europeos, desde donde se extendieron a lo largo de Francia, España y otros países. Sabemos desde hace siglos que el transporte de mercancías conlleva la llegada de otras especies, hay numerosos casos bien conocidos de islas deshabitadas a las que una vez llegamos los humanos transformamos rápidamente sus ecosistemas. Claro, pretender luego decidir qué especies pueden vivir ahí y cuáles no, es absurdo, por eso desde el punto de vista biológico los debates sobre especies invasoras carecen de sentido, aunque siempre hay quien se arma de razones para ello.

  Características de la avispa asiática: es un avispón de gran tamaño, casi tanto como el europeo, Vespa crabro, con una longitud que puede superar los 3 centímetros. Su apariencia es fácilmente distinguible, con un cuerpo predominantemente negro y patas amarillas. Su cabeza presenta una cara amarilla con grandes ojos compuestos y una mandíbula fuerte que utiliza para capturar insectos, especialmente abejas y otros himenópteros. Estas avispas se alimentan principalmente de néctar y jugo de frutas maduras, por eso uno de los lugares donde las encontramos con más facilidad es en las fruterías, pero el problema principal con esta especie es su hábito depredador sobre las abejas ya que debido a eso ha causado notables daños económicos en la apicultura. ¿Y si son vegetarianas por qué cazan abejas? La respuesta es sencilla, para alimentar a sus larvas, es decir, en esa fase del desarrollo si son carnívoras, luego, al hacerse mayores tras la metamorfosis se vuelven vegetarianas lo cual resulta curioso ya que estamos ante un depredador vegetariano.

Impacto económico: La propagación de la avispa asiática en Europa ha tenido efectos negativos en la apicultura local. Entre los principales efectos se incluye la depredación muy eficiente de abejas, lo que representa una amenaza significativa para las poblaciones de abejas melíferas en Europa. Esto afecta negativamente tanto a la polinización de cultivos como a la producción de miel, cera, etc. No obstante, tampoco hay que pensar que las abejas no saben defenderse, cuando entra un avispón en su colmena lo rodean entre muchas y hacen subir la temperatura hasta 45 ºC, ese calor sólo lo soportan las abejas y el avispón asiático muere, aunque es cierto que antes se lleva por delante a muchas sacrificadas abejas.

  Beneficios: las aves que tradicionalmente se alimentan de himenópteros también se alimentan de estas avispas, por lo que a ellas les resultan muy nutritivas, por ejemplo, halcón abejero, Pernis apivorus, abejaruco, Merops apiaster, alcaudón dorsirrojo, Lanius collurio, etc.

  Por último, hay que aclarar que hay que tener cuidado con esta especie igual que con otras especies de avispa porque en caso de ataque organizado pueden matar fácilmente a una persona, eso sin contar con que hay personas alérgicas a sus picaduras que pueden morir con muy poco veneno. Por eso es importante evitar situaciones peligrosas con algo de sentido común y prudencia.

Un saludo

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