viernes, 29 de julio de 2011

Familia de cisnes, en Santoña

Cisnes  Cuando a mediados de este mes advertí que en la laguna de cría de la localidad cántabra de Santoña (España) donde había estado observando fochas comunes, ánades frisos y alguna gaviota había una pareja de cisnes escondida en el carrizal, me entró cierta inquietud.

  En nuestro país es normal verlos en los lagos de los parques, sin duda preciosos lugares, pero completamente artificiales donde tienen una función meramente ornamental, igual que los árboles, las flores, etc., pero encontrarlos viviendo libremente, aunque sea en un hábitat enormemente humanizado, es bastante raro. Al día siguiente volví temprano para observarles mejor.

Cisne vulgar

  El cisne vulgar, Cygnus olor L., se clasifica en el orden anseriformes, familia anatidae y subfamilia anserinae. En otros países europeos, esta ave introducida, propia de latitudes más altas lleva criando siglos de modo natural, aquí lo hace libremente todos los años (desde hace pocos lustros) tan sólo en dos comunidades autónomas: Cantabria y Cataluña.

Familia numerosa

  A la mañana siguiente, cuando llegué a Santoña mientras escuchaba los graciosos ruiditos que emiten las fochas comunes, Fulica atra L. y con el ruido de fondo de los coches que circulan por la carretera que bordea la laguna de cría comencé a indagar con los prismáticos la zona dónde se ocultaban los cisnes, sólo podía ver una gran maraña de cuellos y cabezas.
  
  Al cabo de un rato la madre se fue al agua, algo después era el padre el que se aventuraba, fácil de identificar por la notable protuberancia que presenta en su frente. Después salieron un par de gigantescos pollos, casi del tamaño de sus padres. El padre sumergía la cabeza para extraer plantas con su pico y sus hijitos le imitaban. Finalmente se atrevieron a salir todos. En total eran ocho preciosos jóvenes que no tenían nada que ver con el conocido cuento del patito feo.

Atractivo turístico

  A lo largo de la mañana comprobé que mucha gente paraba sus vehículos, se quedaba un rato mirándoles, algunas personas en el maletero traían bolsas de pan y les daban de comer, aunque me pareció que los que más se aprovechaban del pan eran los mubles, Chelon labrosus, (Risso, 1827) peces muy abundantes en la marisma. Desde luego esta familia llamaba muchísimo la atención y congregó a varios curiosos lo largo de la mañana.

  El soberbio plumaje de los cisnes, sin embargo, ha habido épocas en las que se ha vuelto contra ellos cuando nuestro habitual aprecio por esta especie se ha convertido en depredación y saqueo para fabricar colchones, cojines, etc. Sin embargo, estas aves se adaptan tan bien a la vida doméstica que su introducción en numerosos países ha sido relativamente fácil, en algunos de los cuales ocasionalmente han causado problemas como por ejemplo, en Estados Unidos donde en varias zonas han comprometido la vegetación subacuática de la que se alimentan.

Fidelidad eterna

  Sin duda los humanos admiramos muchas cosas de estos animales, pero seguramente mucho más que su soberbia estampa o su altivez con aires de nobleza, lo que más nos impresiona es su comportamiento estrictamente monógamo. Los cisnes se guardan fidelidad hasta la muerte, aunque eso no quita que haya alguna extrañísima excepción normalmente relacionada con problemas de fertilidad en alguno de los miembros de la pareja original. Es por eso que en las bodas es habitual ver dibujos o representaciones de cisnes que representan la deseada fidelidad que se juran los novios al casarse.

  El plumaje de los pollos no es tan blanco como el de los adultos, hecho que facilita algo su camuflaje. El grupo familiar se desplaza casi en formación cerrada, los padres no les quitan ojo a sus hijos y se muestran dispuestos a defender violentamente a su prole ante cualquier intruso, así que no aconsejo a nadie acercarse demasiado.




Despedida

  Cuando tras la fructifera mañana observando aves me disponía a dejar tan interesante lugar tuve que esperar un poco más ante la llegada a la laguna de dos visitantes inesperados. Primero vino un buceador mucho mejor que las fochas, el zampullín chico, Tachybaptus ruficollis, (Pallas, 1764) especie poco frecuente en este carrizal subsalino de Santoña, dominado por los largos tallos del carrizo común, Phragmites australis, ((Cav.) Trin. ex Steud. 1841). Y después se posó sobre las mansas aguas un desgarbado y temeroso joven cormorán moñudo, Phalacrocorax aristotelis, (Linnaeus, 1761). Cuando alzó el vuelo di por concluida la excursión a este pequeño lago de los cisnes.

  Un saludo

7 comentarios:

  1. Buena observacion...ojala estos magnificos animales vayan ocupando mas y mas lugares de nuestra geografia...
    Saludos camperos!!

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  2. Aprovechada visita. Hace poco comentaba la cualidad de las especies de anátidas en que los dos sexos son casi iguales en que los dos miembros de la pareja cuidan igualmente de las crías, mientras que los patos con dimorfismo sexual acentuado el macho se dedica a otros menesteres.
    Es reconfortante ver que los cisnes empiezan a respetarse en nuestra geografía igual que en otros países europeos. Aún recuerdo cisnes matados incluso en el parque de El Retiro de Madrid. Y uno de ellos que dejaron tuerto con un perdigón, aunque sobrevivió muchos años a su pareja, que no tuvo tanta "suerte", en el estanque del palacio de cristal.
    ¿Nos estaremos civilizando?

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  3. Hola

    Desde luego, sería buena señal que pudiesen criar en más lugares. Indicaría que aún tenemos buenos hábitats para estas aves.

    Un saludo campero

    Hola de nuevo Jesús

    Desde luego la educación en el respeto hacia los animales ha mejorado en las últimas décadas, aunque aun falta bastante por hacer. Lo que comentas del Retiro es bien triste, ójala sea cierto que nos estamos civilizando.

    Un saludo

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  4. Hace mucho, creo que en el 2007, tuve la fortuna de verlo en un pantano zaragozano como invernante. Hacía un frío que pelaba y, como lo consideraba una cita interesante para el anuario de aves, bajé para verlo más de cerca. Saqué mis galletas de crema de limón y casualmente el cisne se acercó, pero, cuando estuvo apenas a dos metros de distancia y pensando que acudía por la comida, se dedicó a devorar una planta de la orilla. Estuve bastante rato con él, estos encuentros me privan demasiado. El condenado frío me hizo abandonar antes de lo que hubiera querido.

    Una entrada muy clásica, como el mismo “lago”.

    Saludos Pedro.

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  5. Hola Javier

    Estar un rato con estos animales es inolvidable. A mi lo que más me impresionó fue contar 8 hijos porque en España no es un número muy frecuente de pollos para las pocas parejas que crían aquí.

    Un saludo

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  6. Es la segunda pollada que tiene esta es de 8 pollos, la primera fue de 3, un pollo estuvo enfermo y fue llevado a Cabarceno y vuelto de nuevo a la laguna de las fochas, mese mas tarde los tres pollos desaparecieron, hay otras parejas en las cercanias del molino de marea de Santa Olaja en Arnuero.

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  7. Hola

    O sea que es el segundo año que cría esta pareja. Cuando pueda me pasaré por Arnuero a ver las otras parejas.

    Un saludo y gracias por la información.

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