Hay una curiosa y conocida analogía, la de las arañas cangrejo, familia thomisidae, que se llaman así por su innegable parecido con los cangrejos de mar, los brachyura. Su similar fisonomía se debe a que estos decápodos tienen cola corta que recuerda algo al abdomen de la araña, las largas patas delanteras y a que ambos animales se pueden desplazar de modo lateral.Analogías
Las analogías biológicas lo que nos indican es que ciertas estructuras anatómicas cumplen funciones similares sin tener por ello ningún parentesco evolutivo común, porque en ese caso estaríamos ante una homología. En el caso que nos ocupa se observa un fenómeno de convergencia evolutiva por el cual ante presiones selectivas similares se han desarrollado entructuras anatómicas equivalentes. Ambos grupos zoológicos comparten una postura ofensiva-defensiva y la capacidad de protegerse ante posibles depredadores sin perderles la cara, manteniendo sus extremidades dispuestas a actuar ante cualquier agresión. De hecho más de una vez he recibido un buen pellizco de algún cangrejo, y duele lo suficiente como para manipularlos con cuidado.
Crípticos
Ambas especies son artrópodos muy abundantes, con un remoto parentesco evolutivo, tanto la araña, Misumena vatia como el cangrejo, Carcinus maenas, se parecen tanto que podría pensarse en algún tipo de mimetismo, pero no es así de hecho un teórico mimetismo batesiano es imposible entre animales que jamás coinciden en los mismos ambientes al vivir la araña en tierra firme y el cangrejo en las costas. Lo que si es destacable es que ambos organismos son crípticos ocultando su presencia muy bien difuminándose sus figuras con el fondo por el que se desplazan, el cangrejo presenta un color verdoso que en ambientes de aguas someras llenas de clorofíceas resulta dificil de ver y la araña se esconde entre bonitas inflorescencias blancas donde cuesta imaginarse que se esconda una sorpresa venenosa.
Un saludo.
Nota:
Esta entrada participa en la XXII edición del carnaval de biología que hospeda @CEAmbiental en su blog Consultoría y Educación ambiental
Que extraordinaria capacidad de mimetismo tienen estos arácnidos. Hace unos años mientras descansaba durante una caminata me fijé en una abeja que no se movía, pensé que estaría inactiva por el frescor de la mañana pero, a medida que salía el sol, continuaba sin moverse. Cuando me acerqué pude comprobar que una araña cangrejo (Heriaeus melloteei) la tenía sujeta con sus quelíceros.
ResponderEliminarDesde luego es una analogía muy acertada morfológicamente.
Saludos.
Hola Javier
ResponderEliminarCuriosa historia la de la abeja, la verdad que estas arañas se merecen todo el tiempo que se les dedique, son sorprendentes.
Un saludo
Es verdad que en muchas cosas se parecen los cangrejos y las arañas. Cuando te leía me ha venido a la cabeza la exhibición de los cangrejos violinistas en las playas y las danzas de algunas arañas terrestres con sus coloreados palpos y patas delanteras.
ResponderEliminarY sin embargo, parece que filogenéticamente están muy alejados, pues los crustáceos están más cercanos a los insectos que a los arácnidos.
Hola Jesús
EliminarLo de las danzas que comentas es otra de las tremendas analogías entre estos grupos zoológicos evolutivamente tan alejados entre sí. Desde luego es para pensar en ello.
Un saludo