Camellos bactrianos
Pues bien, el lunes se publicó un artículo en PNAS que obliga a modificar definitivamente este sólido dogma. Cuando se modifica una idea tan poderosa siempre hay precursores, científicos que plantean algo rompedor... En este caso fueron investigadores chinos los que demostraron en 1985 que en el camello bactriano, Camelus ferus; esto es, el camello de dos jorobas hay algo en el semen que induce la ovulación. Este era uno de esos trabajos que los que lo conocían preferían pasar de puntillas sobre el.
El misterioso OIF
Ya en este siglo, un equipo de investigadores canadienses decidió retomar estos trabajos sólo que trabajaron con dos camélidos americanos: llamas, Lama glama y alpacas, Vicugna pacos sin que nadie les tomase mucho en serio. Lograron descubrir que en el semen existe un factor de inducción de la ovulación, OIF por sus siglas en inglés.
Ahora han encontrado qué es el misterioso factor inductor de la ovulación, se trata de una conocida neurotrofina, la subunidad beta del factor de crecimiento nervioso, beta-NGF, dos polipéptidos de 118 aminoácidos cada uno que forman un dímero de peso molecular 26500. El gen que codifica esta subunidad está muy conservado en diferentes especies que van desde aves hasta nosotros mismos. En nuestro caso está codificada en el brazo corto del cromosoma I.
Aplicaciones en problemas de fertilidad
El NGF actúa como una hormona que pasa del macho a la hembra y que al llegar al cerebro de la alpaca desencadena respuestas hormonales en el hipotálamo y la hipófisis que facilitan el embarazo. Una vez establecido que en camélidos la ovulación se induce mayormente por el NGF falta ver en qué medida ocurre esto en otras familias zoológicas. De momento, las aplicaciones veterinarias para los ganaderos que poseen rebaños de camellos, llamas, etc. son prometedoras. También se sabe ya que el NGF está presente en el semen de conejos, cerdos y en algunas otras especies en las que su inyección facilita la reproducción, sin embargo, también se sabe que está presente en los toros, pero no induce ovulación en las vacas, aunque afecta a la formación del cuerpo lúteo. Por tanto, aunque este descubrimiento ha abierto camino a investigaciones que trabajan en problemas de fertilidad, por experiencia sabemos que en nuestra especie estos trabajos avanzan más lentamente por lo que de momento siendo muy prometedor no hay que echar las campanas al vuelo.
Un saludo
Referencias:
- The nerve of ovulation-inducing factor in semen Marcelo H. Ratto,Yvonne A. Leduc,Ximena P. Valderrama,Karin E. van Straaten,Louis T. J. Delbaere,Roger A. Pierson, and Gregg P. Adams
- Semen-induced ovulation in the bactrian camel (Camelus bactrianus) B. X. Chen, Z. X. Yuen and G. W. Pan
- Ovulation-Inducing Factor in the Seminal Plasma of Alpacas and Llamas Gregg P. Adams, Marcelo H. Ratto, Wilfredo Huanca and Jaswant Singh
- Semen's Secret Ingredient
Esta entrada participa en el XV Carnaval de biología, que organiza Hablando de Ciencia.
El hallazgo es ciertamente interesante, y como tal plantea nuevos interrogantes. Suele suceder en mamíferos que el celo llega en determinadas épocas desencadenado por factores ambientales, y con ese celo la ovulación y las cópulas. ¿Qué va ahora primero, el huevo o la gallina?...¿La ovulación por "simple" celo o por el NGF liberado en la cópula?
ResponderEliminarSea como fuere, Pedro, tu entrada resulta de gran interés.
Saludos.
Hola Fco. Javier
EliminarDesde luego el tema es complicado, porque en relación con la reproducción también está la comunicación mediante feromonas... la cantidad de moléculas que viajan en uno y otro sentido es bastante numerosa en cualquier caso.
Un saludo y gracias por el comentario
Hola Pedro:
ResponderEliminarEs muy interesante. Se sabía ya que hay especies en que las cópulas se realizan mucho antes que la propia ovulación y que el semen se conserva en el interior de la hembra, igual que hay animales (como los mustélidos) en los que la implantación del blastocisto es muy tardía, teniendo un periodo de reposo en el que el embrión no se desarrolla. Lo que no está claro es si son las mismas en las que esa hormona estimula la ovulación.
Hola Jesús
ResponderEliminarLo que comentas es muy interesante, revela la enorme variedad de ciclos reproductivos, sin duda adaptados a los entornos en los que vive el animal. A ver si estos trabajos sobre el NGF permiten entender mejor toda esta complejidad.
Un saludo y gracias por el comentario
En los artiodáctilos, la hembra de corzo también es capaz de retrasar la gestación después del apareamiento. En esta dispausa embrionaria puede controlar el embarazo dependiendo de las buenas condiciones ambientales o el correcto estado nutricional.
ResponderEliminarLastima que sea un camino largo todavía en investigación este descubrimiento hasta que vea la luz como objetivo cumplido. Desde luego que, la utilidad en medicina reproductiva para quienes lo intentan desesperadamente, sería un buen colofón para dicho descubrimiento.
Saludos.
Hola Javier
EliminarMuy interesante el tema de la diapausa embrionaria en las corzas. También pienso que este descubrimiento promete bastante, seguramente dentro de unos años veremos cómo beneficia a la medicina reproductiva.
Un saludo