jueves, 20 de enero de 2011

El misterioso origen de los animales en “La vida maravillosa” (S.J. Gould).

  El libro “La vida maravillosa – El esquisto de Burgess y la Naturaleza de la historia” (1989) es todo un clásico de la divulgación científica centrado en la explosión cámbrica y más concretamente en los descubrimientos de Burgess Shale. No es un tratado al uso porque casi se puede leer como si se tratase de una novela por entregas. Su autor es el paleontólogo y excelente escritor científico norteamericano Stephen Jay Gould (1941-2002). Como comenta en el libro, en su día estuvo trabajando en Burgess Shale, aunque es algo que forma parte del anecdotario permite entender que conocía al detalle no sólo el yacimiento, los fósiles cámbricos y a los investigadores que hicieron el trabajo, sino también cuándo y cómo se produjo la tranquila revolución científica que supuso la reinterpretación de la fauna cámbrica allí fosilizada. El monumental trabajo se debió fundamentalmente al gran paleontólogo inglés Harry B. Whittington (1916-2010), experto en morfología de trilobites, quien en colaboración con sus estudiantes Derek Briggs y Simon Conway Morris reveló que la interpretación clásica de este yacimiento había sido errónea en su mayor parte. Con el elegante estilo que le caracteriza, Stephen J. Gould va desmenuzando la historia del descubrimiento y la reinterpretación de esta fauna de la que procedemos todos en última instancia. Anatomías desconocidas hasta entonces, morfologías misteriosas, depredadores inquietantes, en definitiva seres que sacuden nuestra imaginación y nos dejan sumidos en una extraña sensación de incomodidad intelectual. La radiación surgida tras la explosión cámbrica abrió un enorme interrogante que parece ser seguirá abierto durante años. Muchos grupos de investigadores están intentando encontrar explicaciones que acomoden esta fauna marina increíblemente diversa, de hace más de 500 millones de años y que surgió aparentemente en el breve plazo geológico de 10-15 millones de años, al marco conceptual que establece la todopoderosa teoría sintética. El libro por otra parte introduce al lector ligeramente en la interesante morfología de los artrópodos para que se pueda apreciar mejor el alcance de la explosión cámbrica y este intricado asunto del misterioso origen de los animales.


Un saludo

4 comentarios:

  1. Hola Pedro. Como reza el dicho: “la curiosidad mató al gato”. Pero en este caso, me da una vida más el pasarme por tu blog. Lo he leído detenidamente (da gusto leer a gente preparada), y estoy muy de acuerdo contigo en el aspecto eólico, colocados los polígonos por imposición lucrativa y con vagos estudios medioambientales. En fin, el resto de posts también me han llamado la atención.
    Dicen también que, el tiempo es oro y escasea mucho, pero procuraré pasarme. Agradezco tu visita y aunque no sé para qué sirve el “sello” de seguidor del blog, te lo dejo para que te acuerdes de pasarte cuando quieras.

    Saludos.

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  2. Hola Javier.

    Seguro que me pasaré por tu blog, de hecho lo leo de vez en cuando.

    Un saludo, y gracias por tu comentario.

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  3. Por lo que veo, volvemos a bucear en el proceloso mundo de la explosión del Cámbrico y Stephen Jay Gould. "La vida maravillosa" es un libro, que todo naturalista ha de leer al menos una vez en su vida, pero, .... de una manera crítica. En primer lugar el título es una adaptación un tanto chapucera al castellano del original que vendría a ser "¡Qué bello es vivir!" ya que mete la variante del azar y de los mundos posibles si tal o cual linaje hubiera tenido suerte evolutivamente, como haciendo un guiño a la película del mismo título de Frank Capra. Stephen Jay Gould comienza desmontando mitos sobre que la evolución natural hace que el mundo sea cada vez más diverso y complejo y arremete, de modo muy divertido contra esa imagen de evolución lineal que tenemos todos de pitecántropo-australopiteco-homo habilis-hombre de Neandertal-hombre de Cromagnon- hombre actual, que incluso alguna traducción de sus libros tiene como portada. Luego ya se mete, en las emocionantes aventuras de Walcott por las Rocosas de Canadá y se tira a la piscina de cabeza, de la explosión de vida del Cámbrico, que ya puso en duda de que fuera así su alter ego: Simon Conway Morris y otros paleontólogos y evolucionistas como Fortey (imprescindible leer ¡trilobites! editado por Laetoli) o en nuestro país, Juan Moreno. Realmente los diseños y su manera de explicar, de ir más allá de la evolución darwinista, que nadie discute, hacia el origen de nuevos phylos, hablando de fenómenos como la neotenización, los genes HOX, y sin caer en el modelo grotesco de los monstruos con esperanza de Goldschmitt, son fascinantes. Tal vez, vió demasiados phylos sin tener en cuenta una cierta homogeneización a la hora de tratar caracteres anatómicos, o algunas suposiciones un tanto aventuradas. Y luego, acaba preparando el camino a una interesante teoría suya (la autoría es compartida con otro autor que no recuerdo el nombre) de "teoría del equilibrio puntuado", que demuestra su categoría como paleontólogo y sus carencias como biólogo. El libro desde luego, hay que leerlo (yo lo he hecho 3-4 veces) pero reconozco que me influyó mi estancia en Yoho en agosto de 2007 donde se me escurrió una lagrimilla al tener en mi mano un hermosísimo ejemplar de Marella y observarlo detenidamente con mi lupa liquenológica y quedarme tonto viendo la resolución, la nitidez y la buenísima conservación de estos fósiles.
    Stephen Jay Gould desde luego es un referente actual sobre evolución, con sus luces y sus sombras, pero seguramente dentro de 500 años se seguirá hablando de él. Es una pena que el libro de su alter ego "The crucible of creation: the Burguess Shale and the rise of the animals" no esté traducido al castellano. Al ver la foto de S.J.Gould en este blog, no puedo evitar acordarme del capítulo de los Simpson donde hace un "cameo".
    Desde luego, de esa época de los años 60-70, tengo siempre la imagen de grandes biólogos, melenudos, un tanto hippies y grandes genios: Gould, Morris, Mayr, Jared Diamond, Louis Leakey, Aldous Huxley, ...

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  4. Hola Juan José.

    La explosión del cámbrico es uno de esos temas recurrentes a los que no puedo evitar volver de vez en cuando. El libro "La vida maravillosa", como has comentado, es un libro que un naturalista tiene que leer alguna vez, y cuando antes mejor, por eso tenía que recomendarlo. Me encanta la explosión cámbrica, es uno de esos temas de los que uno nunca se aburre.

    Un saludo, y gracias por el comentario

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