lunes, 24 de febrero de 2014

Gaviota cocinera

  La gaviota dominicana o cocinera, Larus dominicanus es la gaviota más grande de Suramérica, mide entre 55 y 62 cm de longitud, con una envergadura de hasta 128 cm. Su aspecto es muy similar al del resto de miembros de la familia Laridae. Los adultos presentan plumaje blanco en cola, cabeza, cuello, pecho y abdomen, mientras que la parte dorsal es bien negra. El pico es amarillo con una mancha roja en la parte inferior. Los juveniles, como en el resto de gaviotas, muestran una pigmentación diferente a la de los adultos.

Distribución

  El área de distribución de esta especie, muy ligado a la Antártida, es enorme y además se encuentra en pleno proceso expansivo, en Suramérica viven en Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Uruguay y Brasil, en el sur de África habitan Namibia, Sudáfrica, Mozambique y Madagascar, en el sur de Oceanía viven en Nueva Zelanda donde formaron parte de la gastronomía Maorí y en Australia a donde llegaron en 1943. Además viven en la Antártida y en numerosas islas próximas al continente helado. Con semejante área de distribución la evolución ha dado lugar a cinco subespecies:

- dominicanus, en Suramérica y Oceanía
- judithae, islas subantárticas del Océano Índico
- melisandae, sur de Madagascar
- vetula, en el sur de África
- austrinus, península Antártica y Shetlands del sur.


  Actualmente se discute si alguna de ellas se corresponde con una especie diferente, al parecer Larus dominicanus vetula en realidad sería la especie Larus vetula.
  Como está sucediendo con otras especies de gaviotas que en principio sólo vivían en las costas, en las últimas décadas son cada vez más frecuentes en las aguas interiores donde tienen preferencia por las aguas embalsadas, de hecho en el Cono sur se ven en lagos andinos, desde donde pueden llegar fácilmente a zonas agrícolas y a otros lugares humanizados en los que consiguen diferentes alimentos.


Alimentación

  La base de su dieta son los peces como el de la fotografía y los crustáceos marinos, pero en realidad son animales omnívoros y oportunistas, en muchos lugares se alimentan de los desperdicios humanos que son tan fáciles de encontrar en basureros y puertos marinos, y en otros son temibles depredadores de otras aves marinas, atacan sobre todo a crías y huevos que son devorados al menor descuido de los progenitores.



 Las islas e islotes marinos en los que vive frecuentemente esta especie son lugares donde las condiciones de vida se vuelven muy duras y aunque lo habitual es que las gaviotas sean las depredadoras, no siempre es así y en algunos islotes prácticamente han desaparecido porque a ellas les pasa lo mismo y en cuanto se descuidan se quedan sin huevos o sin pollos a manos de otras aves igual de agresivas y depredadoras.

  Un saludo

4 comentarios:

  1. Interesante que también en Sudamérica se estén introduciendo las gaviotas en las aguas continentales.
    Saludos.

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    Respuestas
    1. Hola Jesús

      Desde luego que lo es, se ve que es un fenómeno bastante global en algunas especies de láridos. Aquí todos los inviernos tenemos a miles de ellas esquivando las inclemencias.

      Un saludo y gracias por el comentario

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  2. Bueno, para los maoríes la gaviota cocinera, en todo caso sería, la gaviota cocinada. Menudos estragos causaron con diversas especies cuando aparecieron en Nueva Zelanda.
    La gaviota es una grandísima oportunista pero, con una capacidad de explotar recursos envidiable y, por supuesto, muy inteligente. En el caso de la patiamarilla, por ejemplo, siempre que emerge un cormorán (con o sin pescado) de los que observo por el río Ebro, hacen amago de parasitarle con la intención de arrebatarle la presa.

    Saludos.

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    1. Hola Javier

      Las extinciones en Nueva Zelanda han sido especialmente llamativas porque siendo unas islas grandes, no han sufrido la presencia humana hasta el s. X. Otras islas de menor tamaño han sido castigadas por la humanidad en tiempos aun más recientes. El problema siempre es que las poblaciones humanas que respetan el entorno son una minoría, la mayoría tendemos a arrasar. Precisamente las poblaciones polinésicas igual que las europeas y otras han sido especialmente agresivas con el entorno que han colonizado. Sino aprendemos a respetar nuestro entorno acabaremos como acabaron los habitantes, también polinésicos, de la Isla de Pascua.

      Un saludo

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