Cerca ya del final de “El origen de las especies”, Charles Darwin se quejaba amargamente de la tergiversación de sus conclusiones :
“Pero como mis conclusiones han sido recientemente muy tergiversadas, y se ha afirmado que atribuyo la modificación de las especies exclusivamente a la selección natural, me permito hacer observar que en la primera edición de esta obra, y en las siguientes, puse en lugar bien visible – o sea, al final de la Introducción – las siguientes palabras: “Estoy convencido de que la selección natural ha sido el principal, pero no el exclusivo medio de modificación.” Esto no ha servido de nada. Grande es la fuerza de la tergiversación continua; pero la historia de la ciencia demuestra que, afortunadamente, esta fuerza no perdura mucho tiempo.
Efectivamente no ha servido de nada, y así seguimos porque con el tiempo transcurrido desde el s. XIX seguimos prácticamente igual o peor si cabe. Darwin se equivocaba al pensar que dicha fuerza no perduraría mucho tiempo.
Si ahora mismo nos ponemos a navegar por internet buscando sitios o blogs relacionados con la evolución enseguida encontraremos defensores del diseño inteligente (DI) y otras cosas por el estilo. Toda esta “fuerza” de la tergiversación continua ha conseguido congregar en su contra a un bando de “hooligans” cientifistas que suelen autodenominarse racionalistas, ateos, etc. pretendiendo hacer creer a todo el mundo que todos los científicos piensan así. Lo cual dista mucho de la realidad.
En este enfrentamiento y con las posiciones que defienden en cada bando, la Ciencia queda fuera de la partida porque todo esto del creacionismo, ateísmo, racionalismo, fundamentalismo, cientifismo, pensamiento crítico, DI, etc. no es biología, quieren hacernos creer que es una controversia científica, pero no hay que caer en la trampa. Estas batallitas tienen poco que ver con la Ciencia, y han existido siempre. Ocasionalmente, al alimentar una controversia científica verdadera han contribuido de algún modo a la Ciencia, pero no es lo habitual y en el caso que nos ocupa quedó descartado hace mucho. Unos y otros se dedican a alimentar prejuicios, empleando la demagogia al mejor estilo político. Por eso aconsejo a las personas interesadas en la Ciencia que no se impliquen en estas batallitas. No merece la pena perder el tiempo en unas peleas detrás de las cuales lo más importante que suele haber es política. Personalmente estoy bastante cansado de los políticos y encontrármelos disfrazados de naturalistas, investigadores, profesores, etc. me provoca vergüenza ajena.
Que nadie se llame a engaño, la evolución es un hecho. Para terminar la entrada hay que recordar unas palabras de Darwin con las que intentaba iluminar a sus lectores:
Pero la causa primordial de nuestra renuncia natural a admitir que una especie ha dado origen a otra especie distinta es que siempre somos tardos en admitir grandes cambios cuyos grados intermedios no vemos. La dificultad es la misma que la que sintieron tantos geólogos cuando Lyell sostuvo por vez primera que los agentes que aún vemos en actividad han formado las largas líneas de acantilados del interior y han excavado los grandes valles.
Un saludo, y que nadie se de por aludido.
Hola, me gusto mucho tu blog. Efectivamente son guerras no solo en el plano de lo político, si no en los ideológico. Hoy nos encontramos con astutas ONG capaces de difamar o de defender a capa y espada como "Greenpeace" o otras como la "Skeptikal Inquierer" y su séquito de cientificismo y pseudoescépticismo de la CSI (Ex-CSICOP) y pseudointelectuales.
ResponderEliminarPor otro lado nos encontramos con religiosos y partidarios del DI o del creacionismo.
¿A dónde va a parar el daño que estos parásitos de la ciencia?. Es simple va a parar a la misma ciencia.
Tenemos por una lado a unos fundamentalistas religiosos que no dudan en llamar a todo mundo hereje o en algunos casos hacer hipótesis religiosas.
Y del otro lado tenemos a los "racionalistas, ateos" y los gracioso "científicos escépticos" (Que no es los mismo que escepticismo en ciencia) que no se cansan de "enseñar" (en realidad es adoctrinamiento) a la ciencia como una cosa que se debe meter a fuerza y arguyendo que toda la gente o es estúpida o es a-numérica o nunca tiene curiosidad y ellos son los que debe quitar la estupidez.
En verdad no se trata de creerse todo, pero tampoco se trata de valer opiniones como verdades absolutas ni recurrir a la burla como estos grupos, ni mucho menos verle la cara a las personas.
Hola
ResponderEliminarEfectivamente, detrás del plano político hay uno ideológico que conviene analizar para saber qué intereses generales motivan estas batallitas.
Personalmente me parecen lamentables algunas actuaciones de "Greenpeace", aunque reconozco que otras me gustan, sin embargo, últimamente están demasiado politizados y totalmente alineados con la poderosa industria "verde" cuando muchas veces deberían denunciar los gravísimos desastres ecológicos que causan estas empresas.
Los cientifistas tergiversan la historia de la Ciencia, y procuran ningunear a aquellos científicos que tienen creencias religiosas lo cual es muy habitual. Los casos más ridículos son aquellos en los que ponen en duda la fe de grandes científicos y sacerdotes como Lemaître, Mendel u otros. En el ámbito de la Ciencia hay que aceptar a cada científico por su trabajo, no por sus creencias, vamos a mi eso me parece de sentido común.
Un saludo, y gracias por tu comentario