¿ Se imaginan un futuro en el que las partes de un juicio, tras analizar el cerebro de un jurado, lo recusen ?, pues aunque parezca inverosímil es factible. Científicos japoneses acaban de publicar un estudio realizado a partir de la obtención de imágenes de resonancia magnética funcional, técnica que permite ver qué regiones cerebrales se activan al realizar una tarea determinada. Aplicaron la técnica a voluntarios que actuaban como hipotéticos miembros de un jurado durante el proceso de valoración de circunstancias atenuantes para aplicar a acusados culpables de asesinato y sentenciados a 20 años de cárcel. Les presentaron diferentes escenarios basados en casos reales del país asiático, con diferentes circunstancias atenuantes: sufrir violencia doméstica, luchar contra enfermedades, pasado marcado por la pobreza, etc.
El proceso y el tipo de jurado varía mucho de un país a otro, pero precisamente en Japón el tema es delicado porque no han implantado efectivamente la figura del jurado hasta este siglo y a la vez mantienen vigente la pena capital, de hecho hoy mismo la Justicia japonesa ha ahorcado a tres presos de los 132 condenados a muerte que hay en sus cárceles.
Los científicos han descubierto que cuando se desarrolla simpatía hacia el reo, se activan regiones relacionadas con el conflicto moral y la mentalización (corteza prefrontal dorsomedial, precúneo y la unión temporo-parietal). Al momento de sentenciar también se activan el precúneo y la corteza cingulada anterior sugiriendo que la atenuación del castigo se basa en respuestas afectivas negativas hacia el asesinato cometido, en la simpatía hacia las propias circunstancias atenuantes, así como en el control cognitivo que elige el castigo. También, la actividad de la corteza insular derecha, área que representa interocepción de estados viscerales, presenta diferencias individuales correlacionadas con la tendencia a disminuir las penas. Los resultados encajan con otros estudios (sobre escenarios no legales) en los que se ha investigado las raíces neurológicas del conocimiento moral.
En principio, estos resultados pretenden ayudar al sistema legal japonés a entender cómo deciden los jurados, comprendiendo mejor cómo se integran conocimiento y emotividad en juicios difíciles. Entiendo que lo que buscan es reforzar la figura del jurado en el país del sol naciente. Sin embargo, resulta inquietante pensar en la posibilidad de que algún día decidan practicar estos análisis a los candidatos a miembros de un jurado ¿ se intentaría, en ese supuesto, que las partes elijan jurados proclives a atenuar la pena y contrarios a hacerlo al 50% ?. Si finalmente se pusiese en práctica esta forma de seleccionar jurados, no sería de extrañar que otros países con jurado les acabásemos copiando.
Ante un futuro tan inquietante dominado por la tecnología, antes de dudar de los miembros del jurado sería deseable, al menos, quitar la pena de muerte del ordenamiento legal.
Un saludo
Nota: esta entrada participa en la XI edición del carnaval de Biología que se hospeda en el blog "Ciencia y alguna otra cosa".
¡Que interesante entrada! Esto me recuerda a una película en la que Gene Hackman era el jefe de un equipo de selección de jurados. Ya me los imagino con el RMN portatil para escanear a los candidatos.
ResponderEliminarHola Manuel
ResponderEliminarHe estado buscando y la película que indicas es "El jurado". No la conocía, pero ahora la tengo que ver. Quien sabe igual después de esto John Grisham se anima y escribe una novela con esta temática.
Un saludo y gracias por la recomendación
Supongo que, con esta modalidad de jurado preconcebido, será más fácil sopesar su manipulación (perdón), su intención.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Javier
ResponderEliminarSi este modo de seleccionar jurados llegase a utilizarse, no creo que el Estado fuese a abstenerse de manipularlo, y el resto lo intentaría. Sin duda, estos temas son inquietantes.
Un saludo