lunes, 19 de febrero de 2024

Los microbios del aparato reproductor femenino

 


  La microbiota vaginal ha sido un área de investigación durante décadas. Nos referimos a la comunidad de microorganismos que colonizan la vagina de las mujeres. Estos microbios pueden incluir bacterias, hongos y otros microorganismos. La composición de esta microbiota puede variar entre mujeres y puede influir en la salud vaginal y reproductiva.

  Diversos estudios han identificado que la microbiota vaginal está dominada por diversas especies bacterianas, siendo las del género Lactobacillus las más comunes. Estas bacterias son importantes para mantener un ambiente vaginal saludable produciendo ácido láctico, que ayuda a mantener un pH vaginal ácido previniendo así la proliferación de muchos patógenos. No obstante, la composición de la microbiota vaginal puede variar entre mujeres y puede verse influenciada por factores como la edad, el estado hormonal, la dieta, el estilo de vida y la salud en general. Por supuesto, la microbiota vaginal juega un papel crucial en la salud reproductiva y general de las mujeres. Un desequilibrio en la microbiota vaginal, esto es, una disbiosis, se ha asociado con diversos problemas de salud, como vaginosis bacteriana, infecciones por levaduras, infecciones de transmisión sexual y complicaciones durante el embarazo, que pueden desencadenar partos prematuros y/o la ruptura prematura de membranas. Además, el uso de antibióticos, anticonceptivos, duchas vaginales, la menstruación y el embarazo pueden influir en la composición y la salud de la microbiota vaginal.

El útero no es totalmente aséptico

  Sin embargo, la información disponible sobre la microbiota
uterina es bastante escasa. Parece mentira que se haya estudiado
tanto el microbioma vaginal y tan poco el uterino, esto se debe a
que existía la idea generalizada (y errónea) de que el útero es un
 entorno aséptico o estéril ya que no se consideraba colonizado por
 microbios. Ciertamente, durante buena parte del ciclo menstrual
 el cuello uterino actúa como una barrera que dificulta la colonización
 de microorganismos y el moco cervical contribuye a esta asepsia.
 En la actualidad se sabe que el útero hospeda del orden de 10000 veces
 menos microbios que la vagina, pero alberga unos cuantos. De hecho,
 en un estudio de la Universidad de Granada publicado el 2021, en el 
que se analizaron secuencias de RNA con enfoque metatranscriptómico,
 se identificaron nada más y nada menos que 5326 microorganismos
 (bacterias, arqueas, hongos y virus) en el endometrio de mujeres sanas,
 con lo cual la idea generalizada del útero aséptico debe ser desechada.
 Lo correcto es considerarlo más aséptico que la vagina. Además se ha
 comprobado que la composición varía a lo largo del ciclo menstrual lo que
 apunta a que los cambios hormonales le afectan de algún modo. Los más
 abundantes fueron Klebsiella pneumoniae, Clostridium botulinum,
 Pasteurella multocida e Hydrogenophaga sp. 

  Y por último, comentar que en el estudio mencionado se ha descubierto que durante la implantación del embrión hay microorganismos que producen prostanoides y triptófano que son muy importantes para que se establezca el embarazo durante la fase receptiva. De hecho, se sugiere que la disfunción microbiana podría alterar las vías metabólicas más importantes para la receptividad endometrial.

Un saludo

Nota: Mapping the entire functionally active endometrial microbiota.Alberto Sola Leyva et al. Human Reproduction, vol. 36, i 4, Abril 2021

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