La microbiota humana es el conjunto de microbios que viven en nuestro organismo. En la última entrada del blog nos centramos en los microorganismos que viven en vagina y útero. Ahora siguiendo con la misma temática nos centraremos en los que habitan nuestro intestino, especialmente en los del colon. Las últimas décadas se ha investigado bastante sobre el tema y se ha comprobado que nos protegen de microbios patógenos, también se han encontrado relaciones con funciones metabólicas, etc. por tanto, se ha descubierto que los desequilibrios en estas comunidades influyen en diferentes enfermedades como la obesidad, la diabetes, etc.
Depresión y trasplantes fecales
Lo más llamativo quizás sea que además se ha encontrado relación con enfermedades del Sistema Nervioso Central como el Párkinson, el autismo o la depresión, por ejemplo, en este último caso se ha observado menor cantidad de bifidobacterias y lactobacilos. La relación comentada se llama eje microbiota intestino-cerebro e implica al nervio vago (el nervio craneal más largo), al eje hipotalámico-hipofisario-adrenal, etc.
En trabajos con ratones se ha observado que el trasplante de microbiota fecal de ratones deprimidos provoca depresión en ratones no deprimidos previamente. La investigación ha llevado a observar que nuestra microbiota libera sustancias como la serotonina, dopamina, GABA, etc. que afectan al funcionamiento del Sistema nervioso. Algunos estudios se han centrado en los diversos efectos del uso de probióticos, esto es alimentos y/o bebidas que contienen microbios que equilibran nuestra flora intestinal.
En este sentido resulta muy interesante el estudio de Emiko Aizawa y sus colegas que comprobaron lo citado anteriormente al estimar las poblaciones de lactobacilos y bifidobacterias en las heces fecales de pacientes con trastorno depresivo. Por tanto, los mismos autores del estudio concluyen que debe estudiarse el uso de pro y prebióticos en el tratamiento del trastorno depresivo.
Desde hace años somos conscientes que tras los tratamientos con antibióticos debemos esforzarnos en que nuestra flora intestinal se recupere cuanto antes. Siendo aconsejable el consumo de yogur, kéfir, kombucha, etc.
Un saludo
Notas:
- E. Aizawa et al., 2016. Possible association of Bifidobacterium and Lactobacillus in the gut microbiota of patients with major depressive disorder. J. Affect. Disord. 202, 254-257.
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