El síndrome de la nariz blanca (WNS) ha provocado una drástica reducción en las poblaciones de varias especies de murciélagos en la costa este de Norteamérica. El nombre de esta enfermedad se debe al crecimiento del hongo Geomyces destructans sobre varias zonas del cuerpo del animal hasta el extremo de hacerse muy aparente en la zona de la nariz. La colonización de la piel por este hongo se asocia a lesiones cutáneas características que se corresponden con el hallazgo patológico del WNS. Sin embargo, el papel de G. destructans en el WNS hasta ahora resultaba cuando menos confuso porque faltaban pruebas para estar seguros de atribuir al hongo la causa principal de la enfermedad. La controversia se debe principalmente a dos razonamientos:
- que las infecciones causadas por hongos en mamíferos se suelen asociar a fallos del sistema inmune.
- que el descubrimiento de que G. destructans coloniza frecuentemente la piel de los murciélagos de Europa, donde los animales afectados raramente fallecen, da la impresión de estamos ante un patógeno oportunista y que la causa principal del WNS serían factores no identificados aún.
Un saludo
Nota:
Esta entrada participa en el VI Carnaval de biología albergado en el Diario de un copépodo.
Parece que los hongos se hacen más patógenos en estos tiempos, pues especies que han convivido con ellos, como curre con los murciélagos de Europa, se ven afectados de manera grave.
ResponderEliminarOtro ejemplo clásico son los que atacan a los anfibios y, aunque sea algo diferente, el de los cangrejos.
Saludos
Supongo que hablas de echar un cable a estas colonias de murciélagos por parte del hombre, con antifúngicos para erradicar esta plaga de hongos. Porque me imagino que el pobre olmo y la grafiosis, que lo mantiene en jaque, ahora desde que se le dejó como imposible, tal vez tarde muchos años hasta que por sí mismos logren atajar con sus defensas este engorroso hongo que no les permite alcanzar más de cierta altura arbustiva. Desde luego, como se complica todo. No sé si todo esto fue antes así o, es el resultado de nuestras malas acciones antiecológicas.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Jesús
ResponderEliminarEs inquietante lo que comentas porque es un hecho que estamos observando y pudiera ser que como comentas hubiese algo que acentúe la patogenicidad de algunos hongos.
Un saludo
Hola Javier
Si, claro, los técnicos medioambientales norteamericanos tendrán que emplearse a fondo con los antifúngicos adecuados porque si se dilatan la lucha contra esta epidemia las poblaciones de murciélagos van a quedar mermadas durante décadas. Las poblaciones de estos animales tardan mucho en recuperarse y sin ellos los desequilibrios ecológicos que se originen costará bastante solucionarlos. En la costa este el daño ya es muy grave, pero si ahora consiguen frenar el avance hacia el oeste sería una buena noticia. Al menos van por el buen camino.
En España es verdad que con los olmos hemos fracasado, pero con las abejas que también han sufrido una grave epidemia fúngica el éxito ha sido espectacular y además gracias a los investigadores de Marchamalo hemos marcado el camino a seguir a todo el mundo. De todos modos si no tenemos más cuidado con el medio ambiente será como ir parcheando, unas veces lo solucionaremos y otras no hasta que llegue el momento en que la situación se vuelva insostenible.
Un saludo