La migración del cangrejo soldado
A finales de agosto, en el Caribe, se produce una espectacular migración protagonizada por un curioso animal. Se trata del cangrejo soldado o cobo, un tipo de cangrejo ermitaño caribeño de la especie, Coenobita clypeatus que se caracteriza por sus hábitos terrestres que lo diferencian de los cangrejos ermitaños de otras especies que prefieren no alejarse mucho de la mar.
Ocupa normalmente conchas de gasterópodos, aunque en caso de apuro puede recurrir incluso a pequeñas botellas. En esta especie la competencia por el alojamiento es feroz y cuando al ir creciendo necesitan cambiar de casa se las roban unos a otros entablando tremendas luchas, aunque también han desarrollado el comportamiento más sofisticado de cambiar las conchas vacías en cadena.
Esta especie en concreto tiene hábitos terrestres, aunque debe mantener la humedad entorno a su cuerpo, lo consiguen introduciendo agua dentro de su peculiar vivienda. Sin embargo, hay una etapa clave de su vida en la que vuelve a la mar, se trata de la reproducción. Entonces bajan a la costa miles y miles de cangrejos a desovar. Los nuevos cangrejos, nacidos en el agua, pasan la primera etapa de su vida en la mar como el resto de cangrejos ermitaños. Más adelante, al crecer más, se hacen terrestres pudiendo alcanzar la venerable edad (para un cangrejo) de 30 años o más.
Un saludo
Nota:
Esta entrada participa en la XVI edición del Carnaval de Biología, organizado por El Blog Falsable.
Hay algo parecido y muy espectacular que he visto en la tele, en la isla de Christmas.
ResponderEliminarHola Juan José
EliminarEfectivamente, también recuerdo haber visto algún documental con la migración de los cangrejos rojos.¡Impresionante!.
Un saludo
¡Vaya! Pues se parece mucho a los atascos diarios de entrada a Madrid.
ResponderEliminarLos animales que viven dispersos y alejados de su lugar de reproducción o en lugares tan amplios como el mar abierto, tienen estos mecanismos para concentrarse y poder procrear. Suelen ser muy impresionantes.
Saludos
Hola Jesús
EliminarNo había caído en lo de los atascos, pero sí que se parece. Y además dentro del coche tenemos reacciones parecidas a estos cangrejos casi como si fuera nuestra preciosa concha.
Un saludo
Todo un espectáculo...como también lo sería haber podido observar al cámara en pleno rodaje.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Fco. Javier
EliminarCierto, porque en algunas tomas parece que los cangrejos le estén pasando por encima.
Un saludo
Pues parafraseando el asunto de la muchedumbre cangrejil con los atascos y la conducta agresiva de estos eventos en los humanos, lo que más me llamaría la atención es, que al cambiar de vehículos, haya quien gane con diferencia entrando con un Seat Panda y saliendo con un Mercedes.
ResponderEliminarBromas aparte, la escena es estremecedora e impactante.
Me llama la atención el ejemplar del primer plano subiendo la picuda piedra y, bajándola boca abajo sin caerse ni resbalar. Todo un escalador.
Saludos.
Hola Javier
EliminarEscalar es complicado, pero lo de escalar con la concha a la espalda (y boca abajo) desde luego que es para nota. Además estos ermitaños son muchísimo más grandes que los de por aquí, así que la concha tiene que pesar bastante.
Un saludo