lunes, 15 de junio de 2009

Los fetos de trece semanas son seres humanos.


  El pasado mes de mayo la ministra de igualdad del gobierno de España, Bibiana Aído, afirmó lo siguiente:
para mí un feto —de trece semanas— es un ser vivo, claro, pero no podemos hablar de ser humano porque no tiene ninguna base científica

  Veamos si tiene o no base científica.

  Clasificación del ser humano  

  En zoología un ser humano es un individuo perteneciente a la especie Homo sapiens L. 1758 Una vez centrados con este concepto taxonómico, sin entrar en más detalles, vamos a pasar a la biología del desarrollo.
  
  Proceso de fecundación.

  Podríamos hablar de la reacción acrosómica, las glucoproteínas ZP (zona pelúcida) y su importancia en las fases tempranas de la fecundación, etc., pero no vamos a entrar en demasiados detalles para que esta entrada del blog no se haga demasiado larga. Vamos a resaltar únicamente los acontecimientos más notables.
  De los millones de espermatozoides (gametos masculinos, haploides) que se liberan tras la cópula uno introduce su cabeza dentro del óvulo (gameto femenino). Este acontecimiento convierte al óvulo en una célula metabólicamente muy activa dándose grandes cambios de la concentración de calcio durante horas, elevación del pH intracelular, incremento de la actividad respiratoria, etc. El siguiente paso es la plasmogamia o unión de los citoplasmas de los gametos, durante esta fase se produce la reacción cortical que desencadena la proteolisis de los sitios de unión espermática, así como la inversión del potencial de membrana, de este modo se impide que ningún otro espermatozoide pueda entrar evitando la polispermia. Además, y en paralelo con la reacción cortical el óvulo termina la meiosis II y se expulsa el segundo corpúsculo polar. La envoltura nuclear del espermatozoide se rompe y la cromatina que había en su interior, altamente condensada e inactiva, forma el pronúcleo que se dirige hacia el pronúcleo del óvulo que se ha ido formando a su vez. El DNA paterno se une a histonas (proteínas cromosómicas) maternas y es cubierto por una nueva envoltura nuclear que se origina a partir del retículo endoplasmático, con láminas nucleares y complejos de poro nuclear también maternos. El desarrollo de esta fase es clave para que el transporte nucleocitoplasmático sea correcto. En los mamíferos los pronúcleos no se unen durante la interfase por lo que no hay fusión nuclear o cariogamia sino que se separan por una fisión nuclear en la primera mitosis y los cromosomas parentales se mezclan cuando se alinean en la placa metafásica del primer huso mitótico. Es decir, en el cigoto aun no tenemos un verdadero núcleo diploide, en este punto, se trata de una célula binucleada que cuenta con el número normal de cromosomas de la especie y puede comenzar el ciclo de división celular normal mediante una duplicación de los cromosomas. Tras la replicación del DNA los pronúcleos se acercan, sus cromosomas se individualizan, las membranas pronucleares se disgregan y los cromosomas homólogos de los dos pronúcleos se organizan en el centro del huso mitótico. Esta división dará lugar a dos blastómeros iguales, con los que se inicia la fase de segmentación. Esto viene a suceder unas 30 h. después de la fecundación. Después las mitosis se suceden dando lugar a otros blastómeros, cada vez más pequeños.

  Conclusión

  El cigoto ya tiene toda la información genética de un ser humano. El ser humano, como cualquier otro ser vivo surge de la interacción de su genoma con el medio ambiente.
  En definitiva, en biología desde que se forma el cigoto consideramos que se trata de un individuo perteneciente a una especie dada.

2 comentarios:

  1. Mmmm, interesante conclusión, pero entonces, CUALQUIER célula del cordón umbilical, pongamos por caso, es un ser humano individual, con lo que cortar el cordón umbilical tras el parto supone acabar con cientos de miles de seres humanos.

    Es más, no especificas (aunque supongo que lo das por supuesto) el que además de que la célula tenga toda la información genética del ser humnano debe tener totipotencialidad, porque en caso contrario, hasta una raspadura que acaba con unos miles de células epiteliales sería el equivalente a acabar con otros tantos seres humanos (dado que todas y cada una de las células del cuerpo poseen toda la información genética del Homo sapiens).

    Cuidado con las generalizaciones y con las definiciones demasiado "alegres", en biología es muy peligroso hacer eso ;-)

    Saludos.

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  2. Gracias por tu comentario, tienes razón he releído la conclusión y debería haberme extendido algo más concretando el tema de la totipotencialidad y las células madres.

    Un saludo

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