lunes, 21 de marzo de 2011

Primavera 2011, cambio de hora y huella de carbono.

Primavera 2011



  Aunque la primavera debería haber comenzado ayer, debido al peculiar huso horario español, oficialmente la estación empezó, a las 0:21 h. de hoy. Al mismo tiempo en el hemisferio sur comenzó el otoño. El inicio de esta estación coincide con una de las épocas del año en la que la duración del día y la noche es prácticamente la misma de ahí que también hablemos del equinoccio de primavera.

Cambio de hora

  El domingo que viene (27 de marzo) se procederá con otra anomalía que hará que nuestro horario difiera aún más del solar, esto es, el horario de verano: a las 2 serán las 3 según el huso horario peninsular y a la 1 serán las 2 según el otro huso horario español, el de las Islas canarias. El horario de verano históricamente se comenzó a aplicar en el Reino Unido como consecuencia de la I guerra mundial, en aquel entonces le llamaban horario de guerra, en nuestro país empezó a aplicarse poco después, en 1918, para ahorrar carbón. Su aplicación fue irregular hasta la crisis del petróleo de 1973, a partir de entonces se generalizó. Esta medida tiene sentido en los países que están relativamente alejados del ecuador porque en ellos durante la primavera y el verano se “ganan” horas de luz solar ya que los días son más largos que las noches.

Huella de carbono

  Sin embargo, esta es tan solo una de las muchas medidas de ahorro que se pueden aplicar, y posiblemente no sea la que más beneficios aporta, aunque algo es algo. Estos días de marzo el ahorro de energía ha pasado al primer plano, primero con el accidente nuclear de Fukushima (Japón) y después con la Guerra de Libia, país miembro de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo). Hace algún tiempo se comenzó a extender el uso de un concepto muy interesante en relación con el ahorro energético y la contaminación medioambiental, se trata de la huella de carbono, que no es otra cosa que un indicador de la cantidad del “equivalente de CO2” emitida a la atmósfera. El cálculo del equivalente de dióxido de carbono analiza todo el ciclo de un producto o una actividad y una vez determinado se pone en unas tablas para saber cuanto CO2 se emite a la atmósfera cada vez que se repite la actividad o se vuelve a fabricar el producto. La mayor parte del CO2 procede del consumo de combustibles fósiles : petróleo, gas natural y carbón. Otra parte procede fundamentalmente de la combustión de materias de origen vegetal (biodiésel, bioetanol, leña, carbón vegetal, etc.), este CO2 no estaba “atrapado” en la corteza terrestre como el primero sino que las plantas y otros seres vivos lo tomaron de la atmósfera previamente, aunque al hacer los cálculos hay que considerar también todo el gasto en combustibles fósiles asociado a su puesta a disposición del consumidor : cosecha, abonado, transporte, etc.

¿ Cómo reducir la huella de carbono ?

  Básicamente se consigue ahorrando. Los ciudadanos cada día podemos tomar decisiones de ahorro energético o de materiales, fundamentalmente de lo que se trata es de aplicar dos consignas:
  • ahorrar energía
  • consumir productos renovables


  Sin embargo, cuando lo que se busca es que una gran organización disminuya su huella de carbono la cosa se complica. Hay varias compañías en el mundo que intentan que las emisiones de su actividad tienda a cero, es así como han surgido organismos reguladores y procesos de etiquetado asociados que verifican la cantidad de CO2 que se emite al ofrecer un producto o servicio.


  Un ejemplo práctico, sustituir las bombillas de casa, las incandescentes de toda la vida por unas fluorescentes de bajo consumo, es un gran cambio porque al sustituir tres ahorraremos 75 kg de CO2 al año. Otro ejemplo es comprar bolsas de papel reciclado o de plástico biodegradable en la caja del supermercado. Como resulta obvio estos cambios suponen un desembolso inicial por parte del ciudadano, a veces el cambio requiere gastar una cantidad notable de dinero, por ejemplo, cambiar el ordenador personal de sobremesa por un portátil que como se sabe consume mucha menos energía no es nada barato y hay que planteárselo con tiempo.


  Otra práctica fundamental que no podemos olvidar es ayudar a los ayuntamientos a reciclar depositando los envases, el papel, el vidrio, las pilas, etc. en su sitio.

  Un saludo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Entradas más populares